ir a los Premios20blog. (con retraso)

Esta crónica es inevitable.

Con nuestras mejores galas acudimos a la cita: La Casa del Lector, Madrid, 20:15.

Desde el minuto uno, invadía el ambiente un clima extraño en el que todos nos sentíamos raros. "¿Eres bloguer?" yo sólo supe mirar hacia atrás pensando que hablaban con alguien que estaba detrás mío. Ponerle nombre a las cosas hace que muchas veces sintamos que nos queda demasiado grande. Un "sí" muy bajito salió de mi garganta, y una sonrisa y un alto y contundente "suerte" de la suya. 

Una vez que dejamos los abrigos, entre vinos comenzó el evento. Yo contaba con la mejor compañía y porqué no decirlo, la mejor conversación. 

Mientras íbamos observando cada detalle y riéndonos de todo y tomando algún que otro canapé, llegó la entrega. Y con ella las bromas (facilonas) de Toni Garrido sobre algunos títulos. "¿Por qué no se llamará "Hoy no te acostarás con.." seguro que tendríamos muchos nombres que poner justo al final de esa frase." Como bien le dije cuando hablamos, se notaba que no se había leído el blog,  aunque lo negara; porque con la línea argumental que estoy siguiendo en cada entrada, no habría ninguno que se nos resistiese, ni hoy, ni mañana. 

Fue una noche en la que todos nos dimos cuenta de que el trabajo realizado (sea desde el momento, modo y finalidad que sea), ha dado fruto y en abundancia. Que nuestro humilde trabajo era reconocido de un modo un poco más oficial, pero sobretodo, en la que darte cuenta de que la recompensa se recoge día a día. Cuando la gente te pregunta por el blog, te felicita, y sin ser conscientes tiran de ese hilo invisible que tu crees que separa tu vida de tus palabras; y te dejan, sin ellos saberlo, desnudo ante la mirada de quien te lee.

Esa noche estabais todos alli, conmigo. Todos lo que habéis hecho que esta inocente iniciativa esté llegando tan lejos sin tener casi ningún tipo de pretensión. Todos, los que lo hacéis de un modo más evidente a mis ojos y todos aquellos que lo hacéis en silencio, porque superar las 10.500 visitas os hace de algún modo visibles.

Hoy, después de la resaca de la celebración, soy consciente de que una vez más la vida nos da una lección sincera. Cuando las cosas se hacen con cariño, mimando cada detalle, haciéndolas tuyas, el premio no viene en forma de estautilla, viene en forma de feedback. 

Gracias.