carta de presentación.


Desde hace unos días está abierto en la empresa de una amigo, un proceso de selección para la incorporación de un nuevo becario a la plantilla.
Hoy le ha llegado un paquete muy grande con muchos CV y hemos estado cotilleándolos. Lo cierto es que muchos estaban muy bien preparados, y acreditaban por activa y por pasiva sus conocimientos, hasta el punto de incluir el expediente académico de su carrera, sin pedirlo en la convocatoria. Pero lo que más me ha llamado la atención es que ninguno incluía una carta de presentación.

Las cartas de presentación deberían de ser obligatorias; de hecho, deberíamos de llevar siempre una en nuestro bolsillo, por si conocemos a alguien nuevo; para que sepa con qué intenciones vamos y cuál es nuestro curriculum. 

Bromas aparte, este tipo de cartas son las que nos diferencian del resto de candidatos. Son las que en principio abren nuestra candidatura; es como la primera impresión que te causa una persona cuando la ves por primera vez, y nunca nadie te ha hablado de ella. Gracias a este tipo de cartas, das leves pinceladas sobre tu trayectoria laboral y tu personalidad, recalcas tus puntos fuertes a la hora de trabajar y te defines (o te defiendes) ante la mirada de quién te lee.

Saber venderse, es clave para sobrevivir en este mundo que nos hemos creado, en el que lo que aparentas ser, cuenta más, que lo que realmente eres. Las oportunidades te las tienes que ganar, ya no sólo con un buen curriculum, si no con cada uno de los matices que han provocado que llegue a estar encima de una mesa tu solicitud. Y ya que nuestra abuela no puede ir a vendernos al de recursos humanos, quién mejor que nosotros para demostrarle que somos quienes ellos buscan.

Quizás hoy sea un buen momento para reescribir (o empezar a escribir) nuestra carta de presentación. Quizás nos sirva para darnos cuenta de cuánto valemos, o para hacernos ver, que nos valoramos demasiado poco. Como suele ocurrir, lo importante son los detalles, esos que nos diferencian del resto. Habrá que empezar a buscarlos también, dentro de nosotros.

2 comentarios:

  1. Porque no nos dices como podriamos hacer una carta de presentacion. Muchos no la hacemos porque no sabemos que poner y nos preocupa que en vez de sumar nos reste.

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  2. Yo creo que la mejor idea que te puedo dar para empezar a hacer tu carta de presentación es proponerte que hagas una lista de todas las cosas buenas que tienes (de vez en cuando nunca viene mal darte cuenta de este tipo de cosas).
    Una vez que la tengas hecha relaciónalas con cómo te comportas en el trabajo y que podrías aportar.
    ¡Es sencillo! Lo que más cuesta es arrancar y empezar a rellenar lo de las cosas buenas, pero todo es ponerse.
    (de todos modos yo no soy ninguna experta en estos temas jajajaja)

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