dejar de ser autodidacta.

Hoy en día está muy de moda ser autodidacta. Parece que tiene más categoría aprender uno solo que acompañado. Creo que tiene mucho que ver con la idea que nos han vendido sobre la individualidad del ser humano y la no dependencia. Parece que haber sabido encontrar las enseñanzas en algún libro de cocina por ejemplo, en un dvd de clases de salsa para principiantes, o una página web de guitarra, nos hace sumar puntos. Yo no sé si te hace ser más especial o no, lo cierto es que cualquier cosa que se aprenda, enriquece a quien toma ese conocimiento.

Lo que sí que es cierto, es que para que el crecimiento no sea sólo a nivel teórico si no también personal, es decir, sea interiorizado, se necesita un feedback, en el que por un lado, el alumno pueda resolver dudas y por otro, pueda ser corregido por el profesor, viendo aquellos puntos en los que siempre suele fallar y así cambiar errores de concepto o aquellos malos hábitos en los que haya entrado.

Pensando sobre esto, me planteo en los nuevos sistemas educativos donde el alumno es que el trabaja su temario. En el que el profesor, sólo interactua en ocasiones puntuales. Con ellos, tengo la sensación de que no hay un enriquecimiento paulatino sobre los saberes y la experiencia de quien te enseña, porque hay cosas que no están en los libros. Porque hay detalles, que sólo se comparten en la intimidad de una clase, ya sea por el ambiente generado, o porque salen solos ante las cuestiones de un alumno que se pregunta, que desea saber más.

¿cómo de lejos nos llevará nuestra inquietud?

¿dónde encontraremos a nuestro próximo maestro, nosotros que ya dejamos las clases, pero no queremos dejar de aprender?

Busquen personas a su alrededor que les hagan cuestionarse, que les hagan crecer, porque no hay mayor limitación que quien se cree que todo lo sabe.