brindar por ti.

Bien empieza lo que bien acaba.

Hoy, según marca la tradición, sería el día propicio de coger la báscula y poner en cada uno de los platos lo bueno y lo malo; y en base al resultado llegar a una prueba fehaciente de si el 2012, ha sido o no un gran año. 

Yo propongo no hacerlo. ¿Ya lo hicimos hace tiempo no? Yo al menos sí, y hoy no quiero quedarme con nada malo, prefiero borrarlo y que se quede en el pasado para siempre. Hoy toca mirar al presente y al futuro. 

Sonreír por aquello que tenemos cerca que nos hace ser ricos sin tener mucho dinerito en la cuenta corriente y brindar por lo que está por venir y por los que van a poder disfrutarlo con nosotros. El otro día, una amiga mía me contaba que en Alemania, es tradición cada vez que se  sirve bebida, una vez que todos los comensales tienen lo suyo, alzar las copas, brindar y mirarse a los ojos. Imaginaros hacerlo cada vez que vamos de cañas, una locura de buen rollo casi semanal. 

Conclusión: Debemos hacerlo más a menudo. 

Tener buenos deseos, hace que seamos un poquito más felices, y parece que eso últimamente nos falta. 

Te propongo que hagamos una cosa está noche, cuando tengamos toda la boca llena de uvas, y alguien descorche el champán o la sidra (al gusto del consumidor), alza la copa y brinda por hacer de este 2013, que en unas horas empieza, un año único e irrepetible. Deséalo con todas tus fuerzas, y conspira para que así sea. 

Porque este 2013, va a molar mucho. 
Que lo sé yo.

Tú hazme caso a mí.

Porque al menos yo voy a intentar que para ti también lo sea.

Feliz salida y entrada de año.