Hoy mientras iba al trabajo ha sonado en mi móvil la canción de Paolo Nutini, "Pencil full of lead" .. y he ido bailando, literalmente, subiendo y bajando las escaleras de la estación de Atocha.
Mientras pensaba en subir el video a la página de facebook del blog para hacer cadena de alegría y que se extendiera el buen rollismo, han entrado en mi vagón dos chicos cantando la canción de "I'm yours", alegrando a todo el que, como yo, se quitaba los cascos para escucharles.
Por regla general utilizamos la música para que nos acompañe, no sólo en nuestros quehaceres diarios, si no en nuestro estado anímico también, y quizás ese sea el problema.
Solo la utilizamos para que ratifique sentimientos, no para transformalos.
Es decir, del mismo modo que nos hunde en la miseria cuando nos empeñamos en escuchar canciones tristes, existen otras canciones que nos sacan de esa tristeza con la misma facilidad.
Quizás deberíamos de actuar a la inversa y ponernos música relajante cuando estemos nerviosos o música estimulante los lunes por la mañana para activarnos.
Yo ya cambié el disco.
Aunque mantendré alguna canción de las del móvil, no vaya a ser que se me olviden los pasos de la coreografía que me inventé esta mañana.
Muchas veces dejo que el modo aleatorio decida que va a ser de mi ánimo.. A veces suena una canción y siento que me voy a comer el mundo, otras me recuerdan mis miedos...
ResponderEliminarA mí me gusta escuchar canciones tristes cuando yo lo estoy, no puedo evitarlo; pero tal vez me anime a cambiar un día, por probar.
ResponderEliminarPor cierto, me ha gustado mucho la de Paolo Nutini, no le conocía.
Un abrazo!
Con esa idea que comentas, Joaquín Guzmán hace ya hace algunos años lanzó RockolaFM, tenía un reproductor con una ruleta de estados y según el que marcases te saltaba una canción u otra.
ResponderEliminarNo sé si actualmente sigue operativo pero la verdad que funcionaba bastante bien.
Adaptemos la banda sonora a nuestro estado de ánimo, como en las películas :-)