FLEX 3: Ombliguismo.

Día 3: Melide - Arzúa.

Cuando tengo tiempo libre, intento usarlo para poder retomar ese hobbie que todos tenemos pero que poco practicamos: "la libre asociación de ideas". Este "juego" consiste en decir, escribir o pensar sin usar ningún tipo de filtro: moral, protocolario, educativo o estratégico. 

¿Fácil?. Pues no, no lo es. 

Como tantas veces hemos escuchado en los bares gallegos, especialmente en Melide, "dejarse llevar suena demasiado bien". Pero cuesta. Aunque en un principio, la frase y la canción se refiere más a acciones que a pensamientos, se puede extrapolar fácilmente. El problema, es que dejarse llevar en el primer caso; que "fluya" como se suele decir ahora, está de moda; pero en el segundo caso no. De hecho, han luchado por hacernos creer que eso es malo para nuestra salud mental y poco a poco nos hemos ido creyendo, que "mirarnos" el ombligo, a parte de estar feo es contraproducente. 

Cuando uno "se piensa", se conoce; y conociéndose  actúa de la mejor forma posible para sí; entiende sus reacciones, sus miedos o sus ilusiones. Si no sabemos qué queremos, quiénes somos ( a grandes rasgos, no nos volvamos locos), no podemos pretender comprender y conocer a los demás.

En mi caso, cuando dejo de "sentirme", me alejo un poco de los que me rodean, me cuesta más sentir esa afinidad con el que tengo al lado. 

Pierdo un poco el norte. Quizás siga sin haberlo encontrado del todo, pero ahora tengo la brújula indicando el camino. Ahora sólo falta desandarlo, y no me refiero sólo a la etapa que nos tocaba.

Liberemos nuestras ideas. Quizás algunas salgan volando y se vayan para siempre y otras se queden para crear algo grande, eso seguro.