una gratísima sorpresa.



Hoy mientras iba en el tren, he leído en el twitter de 20minutos que ya estaba publicado el listado de los finalistas del concurso 20Blog. He de reconocer que cuando he pulsado "ctl+f" para buscar la palabra "hoy", en quienes pensaba era en "qué hacer hoy en Madrid" más que en el título de mi blog, por aquello de mi modesto noveno puesto.
Cuando he visto que era finalista, se ha vuelto el mundo del revés. No podía parar de sonreír, de mover las piernas y de mirar de un sitio para otro. Necesitaba contar la gran noticia. Me parece increíble que caminando tan despacito haya podido llegar tan lejos, y sólo he podido hacerlo gracias a vosotros. Con vuestros votos he conseguido llegar al top10 de mi categoría (y sin dar la tabarra mucho: todo un éxito); y creo que sin haber alcanzado eso, no hubiera podido llegar a que el jurado se leyera mi modesto espacio.

Cotilleando quienes eran mis contrincantes, he visto que son dos pesos pesados. Y me ha venido a la mente la imagen de David y Goliat y un cuento de Jorge Bucay sobre un niño de seis años que salva de las llamas a su hermano pequeño. 



Estas historias nos cuentan hechos improbables, con resultados increíbles. Pero ambas tienen un punto en común: los heroicos protagonistas vencen a su adversario sólo por una razón: nadie les dice que no van a conseguirlo. 
Algo así me ha pasado a mí en esta convocatoria.
Cuando vi la posibilidad de inscribirme, no lo dudé ni un minuto: no tenía nada que perder; y al enfrentarme con la realidad y ver los más de 700 blogs que se presentaban en mi categoría, me dí cuenta, de que quizás, había soñado demasiado a lo grande. Al ver como de la noche a la mañana, los votos de los primeros puestos se iban multiplicando por 10 o por 20 casi a diario, hacían que el sueño de alcanzar la estatuílla lo viera cada vez más distorsionado (por la distancia y mi miopia). Pero como mi objetivo, el de este blog, no es la gloria ni los aplausos, yo seguía aprendiendo cada día, y disfrutando de cada cosa: de superar los 100 votos, de los comentarios que la gente me iba dejando en mi candidatura o en las entradas, y sobretodo viendo como con esas pequeñas cosas iba cumpliendo el objetivo por el que inicié este blog.

Yo siento que ya he ganado. Nunca me imaginé estar en una ceremonia como la de los Oscar en los que dijeran mi nombre por estar nominada a un premio.  
No es cuestión de conformarse, es cuestión de saber saborear las pequeñas victorias, para quién sabe, ir quizás, abriendo boca.

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