#microrelato. DNI.
Le robaron el corazón y la cartera,
y en un abrir y cerrar de ojos,
le dejaron sin sentimientos y sin identidad.
Desde entonces no supo quién era, ni qué sentía.
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A veces, con sólo quitarte dos cosas, te han robado una vida.
ResponderEliminarCUídate.
Pocas cosas más horrendas que perder toda la documentación: para el estado, los bancos, etc, sólo somos plástico y papel.
ResponderEliminarhttp://misrelatosyesteblog.blogspot.com.es/
Pero tengo que creer que algún día recuperó la cartera y el corazón... Dime que lo hizo, dime que todavía hay esperanza.
ResponderEliminarCon lo complicados que son los trámites en comisaría para conseguir un corazón nuevo; casi tantos como para el trasplante de DNI.
ResponderEliminarMe ha gustado el texto; al final, somos poco más que eso.
Un abrazo!
Son dos cosas que nunca deberían llevarse encima, están mejor guardadas dentro de un@ mism@ :)
ResponderEliminarImpactante, me ha gustado muchísimo!!!
Da gusto volver por el mundo blogueril después de un descanso y encontrarse con tesoros como estos!!!
Te dejo un abrazo enorme!!!
Hay mucho carterista suelto, a la que te descuidas te has quedado sin identidad.
ResponderEliminarTambién hay carteristas de corazones, de esos si que es mejor estar lejos...
Aunque a veces regalas la cartera con gusto...