Hoy por cosas del destino, ha sonado nuestra canción.
Sin querer, ya sabéis, es caprichoso el azar. Y hablo en serio.
Y digo nuestra canción, porque tengo una teoría. Por mucho que el tiempo pase, y las circunstancias cambien; cuando dos personas sienten que una armonía y una letra les identifica, lo hace para siempre.
En ocasiones, esa casualidad se transforma en causalidad porque se busca, como en Casablanca, pero en otras, simplemente aparece, como sin querer pasar; y te atrapa, te arrolla con la sensación de que la sorpresa golpea tan fuerte que sólo puedes caerte de bruces, esperar y aguantar lo que venga, porque te inmoviliza de algún modo que no puedes controlar.
Pero el tiempo es sabio. Y cura heridas tanto, que ni siquiera una canción puede volver a abrirlas del todo. Es curioso, como los sentimientos se mueven al campás de una canción y como sin quererlo te teletransporta a otro lugar, a otro tiempo, incluso a otras personas; generando con él, la típica sensación de mareo o de síndrome del viajero, que le gusta llamar a los expertos.
Pero lo más curioso de todo el engranaje es que, ni los sentimientos se remueven del mismo modo, ni el nudo se aprieta tanto, como solía hacerlo hace unos años.
Incluso, cuando se aguantanta hasta las últimas notas de la canción.
Y es que no hay mal que mil años dure, y como bien dice Jorge Bucay "esto tambien pasará". Habrá que seguir haciendo actos de Fe y dejar actuar al tiempo. Y de vez en cuando, enfrentarnos al destino de estar donde teníamos que estar, para afrontar lo que ya pasó, para dejar de asustarnos por fantasmas con sábanas roídas y un poco de olor a cerrado.
El tiempo obra milagros, es cierto. Pero es cierto, son curiosos esos engranajes que despiertan y hacen dormir cosas en lo más recóndito de nuestro cerebro, los recuerdos, esa memoria selectiva o no tanto que con una canción o un simple olor nos hace tensarnos o relajar el cuerpo por completo.
ResponderEliminar¡Un abrazo y mucha suerte con los 20Blogs!
...también soy fanática de los olores.
EliminarMuchas veces juego a relacionar olores con personas que ya no están.. me encanta descubrir su origen. :)
Quizás simplemente sea porque en el fondo, no me gusta olvidar, por mucho que el tiempo pase.
Cuidate y gracias!! Se agradece !! :) a ver si tenemos suerte!!
Poco a poco me vas enganchando con tus relatos, contienen profundas reflexiones. Para mí la música lo es TODO, y ya tengo destrozado -por una historia de dos amores confluyentes- al que fue mi grupo favorito, 091. Si escucho un tema de ellos me pongo a llorar y con una angustia espentosa. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias Cronista :) dan gusto tus palabras!
EliminarSi me permites que te de un consejo " esto también pasará". Es una frase que se ha grabado a fuego en mi memoria en mi corazón, Tanto lo bueno como lo malo pasará... disfruto de todo lo que te venga, y aquello que te haga daño recuerda que tarde o temprano desaparecerá. Es su ley natural!
Cuidate! y ya veras como pronto puedes volver a escuchar a tu grupo!!
Comparto tus palabras.. el tiempo lo cura todo.. pero hay una canción que al escucharla me transporta... Es verdad que ya no me saltan las lágrimas pero algo queda... (siempre un placer leerte)
ResponderEliminar..no habrá madurado lo suficiente la herida.
EliminarPronto podrás volver a escucharla, y aunque viajes, será un viaje cálido. Lleno de buenos momentos, aunque cueste creerlo.
Gracias a ti guapa!
muaka
Las canciones tienen ese poder, el de transportarnos a lugares y traernos olores y vivencias pero con el tiempo es bueno descubrir que aunque nos transporte, ya no duele. Que te voy a contar yo que soy cancionero a muerte.
ResponderEliminarSalud.
El principal don de la música es evocar momentos, personas, momentos vividos con personas. Es un don absoluto, supremo pero a veces nos produce demasiado ardor. No hay ardor que cien años dure ni un buen gástrico pueda curar, pero el recuerdo ahí permanecerá y tú siempre evocarás.
ResponderEliminarUn beso grande!