Ayer recordando enseñanzas aprendidas el lunes, reflexionaba con un amigo sobre lo importante que es hacer las cosas bien día a día. Y cómo en la temporada presente se recoge lo sembrado en ese periodo estival anterior y no todo lo que produjo, produce y producirá la tierra desde su adquisición.
Tener presente esto, ayuda a centrarte en tu día a día y reflexionar acerca de tus prioridades a la hora de organizarte. Porque siendo realista y viendo el esfuerzo invertido en cada una de las actividades/relaciones diarias, eres capaz de saber qué puedes esperar y sobretodo si tienes derecho a hacerlo. Aunque en este caso tanto el derecho como el deber sean palabras casi carentes de significado oficial.
Mi teoría respecto a este tema echa toda la culpa a la primera mente que pensó y dijo en voz alta, la siguiente frase: "mi libertad termina donde empieza la del otro", porque gracias a ella, eliminó cualquier tipo de responsabilidad/obligación en nuestras acciones consiguiendo que una tela de culpabilidad y egoismo cubriera cualquier sentimiento humano de derecho.
Por ello propongo lo siguiente: mirar por una vez con nuestros ojos hacia dentro y ver realmente en qué dedicamos el tiempo libre, y para los más osados también el ocupado.
Quizás estemos cometiendo los mismos errores y nos quejemos de obtener los mismos resultados.
No puedo decir nada. Creo que me has hecho reflexionar sobre esa frase. Gracias.
ResponderEliminarTen por seguro que cometemos y cometeremos los mismo errores, porque por desgracia somos humanos, y nos cuesta aprender demasiado. Supongo que será por ese egoísmo del que hablas.
Gracias por tu entrada.
Cuídate.
Nunca me ha gustado esa frase, hace que parezca que la libertad es una especie de "batalla": si mi libertad acaba donde empieza la tuya, cuanta menos libertad tengas, más tendré yo.
ResponderEliminarEn realidad la libertad es algo que fácilmente puede compartirse. Mi libertad no acaba donde empieza la de otro, sino que estamos muchos en la misma "zona" de libertad.
En cuanto a la responsabilidad, estoy de acuerdo, si procuramos tenerla sobre nuestras acciones y ser conscientes de ella, caeremos menos en la frustración.
Un abrazo!
A mí particularmente tampoco me gusta nada esa frase. ¿Dónde empieza y dónde termina la libertad de cada uno? Una vez más estamos ante una justificación absurda de las cosas.
ResponderEliminarHay personas que incluso en su tiempo libre no son verdaderamente libres, quizás porque no les gusta lo que están haciendo o porque se sienten obligados a hacerlo. ¿No es contradictorio que se llame entonces tiempo "libre".
Supongo que tanto en el tiempo libre como el ocupado hay que hacer cosas que a uno le llenen por dentro, que aporten algo, todo lo demás está abocado a la infelicidad.
¡Salud!